el gueto

Vivimos tiempos donde la imagen todo lo puede, y más ahora que la inteligente virtual creada inventada pactada define hace lindas y lindos buenos apetecibles razonables dignas e indignos valora juzga y sojuzga motiva ilusiona mueve mariposas en los estómagos y es amada. Y por cada uno de los adjetivos antes descritos su contra, el horror de verse en frente al espejo malparido malcrecido malevolucionado malquerido malescuchado malcomido malamado, mala o malo. O lo que en términos internacionales, cuando decimos (o pensamos o prestamos oído) que los otros son como nosotros -y eso no puede ser aunque seamos todos una misma especie- lo reducimos a esa miserable categoría de terroristas, los que ejercen el terror y son merecedores de una respuesta terrorífica, de muerte de niño herido sin parientes sobrevivientes, de hambre que no se considera maltrato ni tortura, de miseria desplazamientos sin techo,  de enfermedades… Es un tema de imagen que los hace tan insensibles. Lo vemos en más de veinte años de muerte en la mar, en los refugiados, en las listas de terroristas que publica Naciones Unidas (que podía llamarse Occidente Unido) y en cada uno de los países de ese poniente absurdo. En estos poco más de 100 días de terror que Israel lleva acometiendo sobre Gaza, sobre más de dos millones de personas invocando el derecho de respuesta (no sabía que existiese ese derecho y menos su fundamentación, pero que Biden a la cabeza de líderes europeos invocan), me provoca náuseas la falta de reacción de la población. No sé, quizás por haber vivido 60 años y monedas, de ver movilizaciones, de ver solidaridad, no sé, de sentir el calor de otras épocas frente al terrorismo de Estado que duele especialmente esta situación que no es nueva pero que parece ser que para muchos sí y que no rasga el estómago para que vuelen esas mariposas como antes. Esos rubios o pieles claras son la imagen, pero ni son rubios ni pieles claras y saben porque lo padecieron como víctimas frente a otros verdugos en guetos (y no una vez, llevan más de cinco siglos desde el primero de Venecia cuando los Reyes Católicos los expulsaron). Hace 80 años se levantó el Gueto de Varsovia y no eran terroristas. Hombres mujeres y niños sufrieron la implacable respuesta de los alemanes. El gueto de Gaza hoy sufre la misma respuesta. Pero no, porque los miles de niños muertos, sus familiares y los que portan un arma son terroristas. Será la imagen, o no.

Publicado por

carlosdeus

Periodista independiente

Deja un comentario